Historia

Nuestro cortijo. Su historia.

El cortijo del abuelo Pepe es la historia del amor que José Rodríguez Gamarra, nuestro querido abuelo Pepe, tenía por el campo y, especialmente, por su huerta, de la que tanto le gustaba presumir.

Pepe siempre tuvo la ilusión de cultivar su propio terreno, pequeñito, para consumo familiar y poder dedicarle todas las horas del día que fueran necesarias una vez que ya se jubiló. Así nació esta finca en la que se ubica un cortijo con más de 30 años de existencia y que en sus orígenes era una pequeña vivienda de tres dormitorios, con un gallinero anexo y una nave donde guardar los aperos de labranza. Rodeado de olivos que sembró uno a uno el propio Pepe, las vistas del cortijo son envidiables, con la imponente Sierra Nevada por el norte y el singular Montevive al sur.

La huerta de Pepe sigue viva a través de su hijo Francis, que aún mantiene las matas de tomates, las ristras de pimientos, las patatas, calabacines, lechugas, berenjenas, calabazas, sandías y melones que Pepe plantaba cada año y que daba para abastecer a la familia y repartir, como hombre generoso que era, entre amigos, allegados y todo aquel que lo visitaba en la finca. Y, por supuesto, tampoco faltan las gallinas ponedoras que a diario nos regalan una media de seis huevos frescos.

El cortijo con el que soñó Pepe se ha adaptado a los nuevos tiempos, con wifi y smart tv, pero mantiene su esencia de vivir una experiencia en el campo, sentir la naturaleza y  dejarse inundar por la tranquilidad que nos aporta.

A tan sólo 7 minutos en coche de Granada, a 20 minutos de la playa, 30 de Sierra Nevada y diez minutos del corazón de Alhendín andando, para los amantes de la historia local del pueblo, con la parroquia de la Inmaculada Concepción, que data del siglo XVII; o la práctica deportiva en el entorno, especialmente la bicicleta de montaña y el senderismo… Y a su familia, nos permite recordar y mantener el legado que Pepe dejó escrito con amor y dedicación.